domingo, 18 de marzo de 2012

JESUS DICE: YO SOY LA PUERTA...

En el evangelio de Juan encontramos siete declaraciones del Señor Jesucristo que comienzan con la fiase: Yo soy. Cada una de estas declaraciones contiene una rica veta de enseñanza sobre la persona y obra de nuestro amado Salvador. En esta ocasión el Estudio Biblico(DL) nos hablara de Jesús como la puerta.
En cierta ocasión, un turista en Palestina observo con sumo interés como un pastor de ovejas conducía su rebaño al redil antes que las sombras de la noche extendieran su oscuro manto sobre el tranquilo campo.
El redil no en otra cosa sino una muralla de rusticas piedras puestas unas sobre otras para formar un circulo con una sola abertura para poder entrar y salir, pero lo extraño para el turista en que esa abertura no tenia ningún tipo de puerta.
Al mirar esto, el turista dijo al pastor: Pero, si no hay puerta en el redil, podrían entrar las bestias salvajes y devorar a las ovejas. No, respondió el pastor, porque yo soy la puerta. Cuando las ovejas han entrado al redil por la noche, yo me acuesto a lo ancho de la abertura y por tanto, si una oveja quisiera salir tendría que hacerlo sobre mí y si un lobo quisiera entrar tendría que hacerlo sobre mí.
Interesante costumbre de los pastores de ovejas en Palestina, que nos ayuda mucho a entender esas maravillosas palabras de Jesús que se encuentran en Juan 10:9: “Yo soy la puerta, el que por mí entrare, será salvo; y entrara, y saldrá, y hallara pastos”.
Yo soy la puerta. Jesús es como aquel pastor de ovejas en Palestina que se acuesta a lo ancho de la abertura del redil durante la noche. Al pensar en Jesús como la puerta, vienen a nuestra mente algunos pensamientos muy estimulantes.
Primero, y él más importante, Jesús es la única puerta para entrar al cielo. ¿Recuerda como era un redil en Palestina?. Tenia una sola puerta. Igual es con el cielo, mi amigo, mi amiga, tiene una sola puerta y esa puerta no es la religión cualquiera que sea. Esa puerta tampoco son las buenas obras. Esa puerta tampoco es el conocimiento. Esa puerta es una persona y esa persona es Jesús.
Hechos 4:12, hablando de Jesús, dice: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”.
Esa es la realidad. Jesús dijo: Yo soy la puerta, el que por mí entrare, será salvo. Esta es la palabra infalible de Dios. El momento que Usted por fe reciba a Cristo como su Salvador, atravesara la puerta y en consecuencia, conforme a lo que dice la palabra de Dios, Usted será salvo.
No pierda su valioso tiempo mi amigo, mi amiga, buscando alguna otra puerta para entrar al cielo, aparte de Jesús. El cielo no tiene varias puertas.
Una canción que cantaba cuando niño decía así: Una sola puerta hay, mas son sus lados dos, adentro y afuera, y tu, ¿donde estas?. Buena pregunta, mi amigo, mi amiga. ¿Dónde esta Usted?. Recuerde que si no ha atravesado por la puerta que es Jesús, Usted esta afuera.
En segundo lugar, Jesús es la única puerta que otorga libertad verdadera. Jesús dice: Yo soy la puerta, el que por mi entrare, será salvo; y entrara y saldrá. Esto de entrar y salir, nos habla de libertad mi amigo, mi amiga.
Una persona que esta en prisión no tiene libertad y la mayor evidencia de su falta de libertad es que no puede entrar y salir a voluntad. Satanás y el pecado tienen en prisión a miles de millones de personas en la actualidad.
Existe cantidad de personas que son prisioneras de placer, prisioneras del sexo, prisioneras de las drogas, prisioneras del alcohol, prisioneras del tabaco, prisioneras del dinero, prisioneras de sus emociones, prisioneras de la brujería, prisioneras de la idolatría y aun prisioneras de algún sistema religioso cualquiera que sea.
La mayoría de ellos piensan que son libres, pero la palabra de Dios dice que antes de recibir a Cristo como nuestro Salvador todos éramos esclavos de algo. Tito 3:3 dice: “Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos, unos a otros”.
Esta es la triste realidad de todos aquellos que jamás han atravesado por la puerta que es Jesús. Lo que más necesita esta gente, es libertad verdadera, esta libertad no viene para hacer o dejar de hacer cosas. Esta libertad viene por creer en Cristo Jesús como Salvador personal. ¿Existe algo en su vida que le tiene dominado, mi amigo, mi amiga?.
Entonces Usted necesita de libertad verdadera. Jesús es la puerta a la verdadera libertad.
En tercer lugar, Jesús es la única puerta para encontrar satisfacción. Volvamos a Juan 10:9. Jesús dijo: “Yo soy la puerta, el que por mi entrare, será salvo; y entrara y saldrá, y hallara pastos”.
Esto de hallar pastos se refiere a encontrar significado a la vida. Los pastos verdes traen gozo, paz, satisfacción y sustento a las ovejas. Cristo Jesús es la puerta para encontrar el gozo, la paz, la satisfacción y el sustento para la vida de una persona.
Una persona sin Cristo, es una persona sin gozo. Una persona sin Cristo podrá tener momentos de alegría, pero esta alegría será pasajera.
La Biblia habla de que el pecado produce un deleite, pero es un deleite temporal Si no hubiera deleite en el pecado, nadie pecaría. Pero después de minutos de deleite viene toda una vida de amargura. El precio por instantes de deleite en el pecado es extremadamente alto, mi amigo, mi amiga.

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